en el metro me transformo, en serio.
empujo, pego, rasguño, grito, pateo, odio, maldigo.
me abro paso.
en el metro me transformo, en serio.

ya no esta tu cara en mis fotos, y la verdad me alegra. pero tu espalda... vaya, cada cierto tiempo me parece que veo tu espalda en alguna parte. el otro día mientras bailabamos con diego en ese lugar precioso de bellavista me parecio ver tu camisa guayabera, esa verde con amarillo. aparecio de pronto ahi, la multitud de personas se abrieron un poco, lo justo, entre los brazos, las piernas, los ojos cerrados de algunas chicas que cantaban, vi tu espalda. estabas a dos metros de mi y bailabamos con la misma musica.

pero otra vez no eras tu. 

el chico equivocado, pensé.

Y camila se volvió a enamorar.

a veces me gusta que todo se vaya a la mierda.
la felicidad es algo muy extraño para mi, no estoy acostumbrada, siento que algo esta mal, que algo va a pasar, que no me lo merezco. estar feliz o contenta.
por eso me puse a reir cuando todo se nos fue a la mierda.
al fin iba a volver a mi estado natural. la melancolia suave, la soledad sin tristeza, la casa llena del sol que oscurece cada tarde. sin nada que perder.

antes de ayer estuve pensando en cuando fue la ultima vez que nos dimos un beso, y no me acordaba.
pasaron varios dias.
un día en el supermercado, no se, digamos que en el pasillo de los yogures, de pronto ahí me acordé.
fue un beso rapido, un topon en la boca, un beso que das dentro de la cotidianidad en la que crees que VOLVERÁS a besar, lo haces sin importancia, como algo que crees que haras por toda la vida, casi incercia. me sente al borde de la cama, te desee un buen viaje y salí por la puerta.

ese fue mi ultimo beso y la ultima vez que te vi.

besarte en la fila del banco.
para escandalo de las señoras y los señores.
ponerme en punta de pies y besarte. a esa hora rara del día, en que la gente divertida se la pasa besando.

palabras revolvidas

me late el café-latte
mientras me tomo tu corazón