domingo, 15 de enero de 2012

habia visto sus fotos y las habia repasado mentalmente camino al trabajo, y ahora que llegaba a su casa ahí estaba otra vez, viendo las fotos revistas y encontrando otras partes maravillosas de ella, en esa cara de ella, debajo del vestido que una vez le quito con la mano derecha.
habia tanta tristeza en los domingos, hoy. porque antes los domingos eran un largo despertar hasta las cinco de la tarde, habia comida, sexo, y sueño. comida, sexo y sueño. una repetición infinita y bella que ambos querian y buscaban como lo unico que anhelaban, porque -pensaban- que quizás no necesitaban nada más.

se equivocaban, claro.
porque el problema del amor romantico es que termina desdichado. termina. y a veces ni siquiera comienza, maldita sea.

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