miércoles, 5 de marzo de 2014

habia sido un día bonito.
nos habiamos juntado a ver unas peliculas. a veces es así, a veces la vida es buena.
debo de haber entrado al baño como a las cinco o seis de la mañana. no podia dormir porque tenia acidez, asi que fui a lavarme los dientes. ahi estaba yo, cayendome de sueño, apoyada en el lavamano, cepillandome los dientes. y mientras estaba en eso, me puse a pensar. no sé que hilación de pensamientos me llevo a pensar en el, porque al principio eran pensamientos inconexos, recuerdos de cosas que no estaba segura de haber vivido. en fin, segui lavandome los dientes pero no podia quitar el mal sabor de mi boca.
hasta que de pronto, ahi, de pie, me di cuenta. con el cepillo de dientes en la boca, afirmandolo con mi mano apenas.
mierda, no lo recordaba.
Diego me decia que la gente comenzaba a pudrirse por la boca. pero eso no importa... lo importante, lo que de verdad me habria gustado que me dijera, es en qué momento exacto habia empezado a olvidarlo. mierda, no recordaba su risa. como era? me gustaba? me hacia reir también?

me quede un instante mirando el espejo. trataba de acordarme... pero la verdad es que el ultimo tiempo que pasamos juntos casi no te reias. no desde que comenzaste a esquivarme.
debio haber sido medio minuto, algo así. y de pronto, allí, de pie con el cepillo de dientes en la mano, recordé la ultima vez que te reiste. fue una risa terrible, escandalosa, te reiste como un loco porque yo habia estado llorando y te pedi que no me dejaras, y entonces te reiste, y dijiste estupida, gritando, y yo lloraba y me dolia.

suspiré, vote la espuma de mi boca, solté el cepillo de dientes.
y luego vomite toda la cena.

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